17/10/13

El Estres

Fuente; http://observatorioesclerosismultiple.com/esp/conocer_la_em-_cuales_son_los_sintomasij/el_estres_y_la_esclerosis_multiple__como_debe_gestionarseij/detalle.html

Existen varias definiciones sobre el estrés, pero todas coinciden en que se trata de una experiencia subjetiva que se produce cuando una persona considera que una situación o hecho que vive supera los recursos con los que cuenta y pone en peligro su bienestar personal. Vivir con esclerosis múltiple también genera estrés, principalmente porque la enfermedad genera una importante sensación de falta de control. Las personas con EM no deben evitarlo, sino cambiar el mecanismo de respuesta y no preocuparse en exceso por la gestión de este estrés.
Hay muchos tipos de estrés, que no afectan a todo el mundo de la misma manera: el que se debe a hechos intrascendentes del día a día, como quedarse parado en un atasco, gestionar el presupuesto familiar o, incluso, consumir cafeína; el causado por episodios traumáticos, como un proceso de divorcio o de duelo; o el provocado por el ambiente general, como una crisis económica o una guerra. El diagnóstico de la esclerosis múltiple y convivir con la enfermedad también conllevan estrés.
 
Aunque hasta ahora no se ha encontrado ninguna evidencia de causa-efecto entre la esclerosis múltiple y el estrés, estudios recientes indican que la relación entre los acontecimientos vitales estresantes y las nuevas lesiones (detectadas gracias a resonancias magnéticas) es posible. Sin embargo, los afectados de EM creen que el mero hecho de sufrir estrés debido a la enfermedad puede ser el origen de un nuevo brote, y el resultado es un estrés innecesario por estar preocupado por la gestión del estrés.
 
En concreto, el estrés actúa para proteger el cuerpo de un sobre-estímulo, segregando compuestos químicos que hacen que la persona se mantenga en estado de alerta. La hormona principal que se segrega durante este proceso es el cortisol, un antiinflamatorio, y también otras derivadas de este, como la prednisona, que precisamente se usa a menudo para tratar los brotes de EM. Por tanto, el estrés no provoca los brotes, pero sí podría estar relacionado con la resolución del estrés, cuando los niveles de cortisona antiinflamatoria disminuyen en el cuerpo.
 
Por otra parte, los brotes de la EM pueden tener su origen en un desencadenante que actúa en el cuerpo con anterioridad al hecho de vivir un acontecimiento estresante. Estos procesos pueden cursar su desarrollo incluso durante meses y ser desactivados por el propio cuerpo, aunque en ocasiones sí llegan a convertirse en recaídas de la esclerosis múltiple.
 
La clave, sin embargo, es aprender a afrontar el estrés y no evitarlo. En este sentido, hay que tener en cuenta algunas cuestiones:
  • Los familiares o amigos a menudo esconden temas importantes que sí deberían hablar con la persona con EM, por miedo a estresarla o hacerla sentir mal. Se deben tratar y resolver estas cuestiones siempre.
  • A veces se aconseja a las personas con EM que dejen el trabajo para evitar el estrés laboral. Eliminar una de las actividades principales del día a día de una persona puede provocar que aumente aún más su nivel de estrés. En concreto, el 40 % de los casos de afectados de EM con depresión tiene que ver con la pérdida de función social de estas personas o por haber perdido actividad social general (ocio, círculo de amigos, etc.).
 
El ejercicio, el yoga, la meditación, relacionarse con otras personas, disfrutar de la naturaleza o cuidar de una mascota pueden ayudar a minimizar el impacto del estrés en el cuerpo de las personas con EM. También es una buena idea aprender y aplicar algunas técnicas de gestión del estrés:
 
 
1) Escaneo del cuerpo (ejercicio para realizar a diario):
  • Sentarse cómodamente y cerrar los ojos.
  • Comenzar a escanear mentalmente las sensaciones del cuerpo.
  • Poco a poco, desplazar la atención desde los dedos del pie a la cabeza.
  • Notar qué se siente en cada área del cuerpo. Si se nota algún tipo de tensión, inspirar de forma relajada y sacar esa tensión hacia fuera.
  • Realizar unas cuantas respiraciones profundas.
  • Estirar suavemente el cuerpo y abrir los ojos.
 
2) La “tetera” (ejercicio de respiración para realizar en situaciones de estrés extremo):
  • Sentarse correctamente en un lugar confortable.
  • Cerrar los ojos y centrar toda la atención en la respiración.
  • Dejar que todos los pensamientos y sensaciones negativas desaparezcan. Hay que centrarse en la respiración, en cómo el aire entra y sale del cuerpo. Se debe pensar que los pensamientos no deseados se van del cuerpo en cada exhalación.
  • A continuación, hay que imaginar que el cuerpo es una tetera llena de agua que se está calentando. El agua, que representa el estrés, llega hasta la cabeza.
  • Realizar una respiración profunda, con los ojos cerrados, y soltar el aliento lentamente, haciendo un silbido, como si la persona fuera una tetera que suelta el vapor de su interior. Imaginar que el agua fluye por todo el cuerpo y sale por los pies.
  • Repetir el proceso dos o tres veces y sentir cómo la tensión sale del cuerpo.
 
Es muy importante, para las personas con EM, optimizar cómo hacer frente al estrés para evitar generar más estrés y otros síntomas psicológicos. Cuando el afectado de esclerosis múltiple se sienta desbordado e incapaz de controlar el estrés, puede ser de gran utilidad trabajar con un profesional que le ayude a modificar sus estrategias para afrontarlo.

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